viernes, 8 de julio de 2011

Un poeta dirige el "Instituto de la Juventud y la Cultura"

Alexander Sinche Espinal, joven huancaíno médico de profesión, acepta el reto de darle al arte y la cultura el lugar que merecen. en la presentación de las actividades programadas para el mes de julio, se dirigió a la prensa con un entusiasmo juvenil y poético. Aquí una corta pero reveladora entrevista:


Iniciaste la conferencia de prensa recitando un poema…
Es que soy poeta, amo el arte en todas sus formas y ésta es una oportunidad de que el “Instituto de la Juventud y la Cultura” haga honor a su nombre y se convierta en una verdadera casa cultural.


¿No es demasiado entusiasmo para tan poco tiempo?
Este es un reto grande, el de superar los vaivenes del poder, un proyecto de desarrollo cultural de grandes dimensiones requiere de varios años. Lo que deseamos es generar institucionalidad, hasta que esos proyectos marchen solos, y empezaremos reforzando nuestros talleres anuales, e invitando a los jóvenes a formar el elenco municipal de danzas y el de teatro.


¿Hay suficiente presupuesto para realizar esos sueños?
En el Instituto no contamos con un gran presupuesto, sinceramente sólo contamos con 17 mil soles para cerrar este año. El concurso de danzas a nivel regional está valorado en 25 mil, estaríamos sobregirados, pero quien tiene la responsabilidad de promover el arte debe asumir la tarea de superar esas barreras, entonces entran en juego las fuerzas sociales y la empresa privada, que está donando 18 mil soles para lanzar el primer “Concurso de Novela Corta ”, por ejemplo.


Ésta es, entonces, tu oportunidad…
Yo estaba en Lima siguiendo con mi formación profesional, hasta que recibí la llamada del regidor Bladeck Ruiz y del alcalde Dimas aliaga, que me encargaban la dirección del Instituto de la Juventud resaltando que ellos me apoyarían en todo. Existe la propuesta de que la Biblioteca Municipal pase a ser parte de la administración del Instituto de la juventud, ese sería un paso importante porque la biblioteca no está actualizada y debe promoverse la participación juvenil.

¿Y si una empresa de bebidas alcohólicas deseara “promover” la cultura?
Aquí estamos tratando de promover una identidad y una conciencia humanista, desarrollando actividades artísticas y recreativas que mantengan a la juventud bien lejos de las drogas, incluidas las drogas sociales que tanto daño hacen al entorno familiar. Si a la vuelta de la esquina en vez de encontrar una “chingana” el joven encontrara un taller de Arte, una exposición, un concierto sano, nuestra ciudad sería diferente. Ese el gran reto: dignificar el arte y rescatar a la juventud de la pérdida de valores.

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