Visitaron la "Casita San Juan Diego"
Una comitiva dirigida por el administrador de pollerías “El Mesón” repartió `cuartos de pollo´ a los niños y adolescentes albergados en la casa de acogida para niños San Juan Diego en Umuto, quienes entre risas, bailes y juegos celebraron también el “Día del Pollo a la Brasa” gracias a la caridad de esta próspera firma. “Es una forma de retribuir el éxito de nuestra empresa alegrando a los más indefensos” indicaron muy emocionados.
La casa de acogidas para niños San Juan Diego brinda asistencia médica y social a menores afectados con VIH-SIDA y a sus familiares. 8 años hace que el Arzobispado de Huancayo concretó esta obra que en la actualidad brinda apoyo y esperanza a 18 menores internos y 45 externos, atendidos por 6 técnicas de enfermería y una cocinera cuya dedicación y amor por los pequeños de “la Casita” es más que admirable.
En el comedor de “La Casita” sólo se respiraba vida. Estos niños, de entre 2 y 15 años, todavía carecen de las comodidades básicas, por lo que cualquier ayuda de empresas o particulares será bien recibida. “Nuestros niños tienen que ir a Lima cada mes para sus tratamientos en el Hospital del Niño y el costo de los pasajes nos dificulta esta labor”. Comentaron las tutoras.
Una comitiva dirigida por el administrador de pollerías “El Mesón” repartió `cuartos de pollo´ a los niños y adolescentes albergados en la casa de acogida para niños San Juan Diego en Umuto, quienes entre risas, bailes y juegos celebraron también el “Día del Pollo a la Brasa” gracias a la caridad de esta próspera firma. “Es una forma de retribuir el éxito de nuestra empresa alegrando a los más indefensos” indicaron muy emocionados.
La casa de acogidas para niños San Juan Diego brinda asistencia médica y social a menores afectados con VIH-SIDA y a sus familiares. 8 años hace que el Arzobispado de Huancayo concretó esta obra que en la actualidad brinda apoyo y esperanza a 18 menores internos y 45 externos, atendidos por 6 técnicas de enfermería y una cocinera cuya dedicación y amor por los pequeños de “la Casita” es más que admirable.
En el comedor de “La Casita” sólo se respiraba vida. Estos niños, de entre 2 y 15 años, todavía carecen de las comodidades básicas, por lo que cualquier ayuda de empresas o particulares será bien recibida. “Nuestros niños tienen que ir a Lima cada mes para sus tratamientos en el Hospital del Niño y el costo de los pasajes nos dificulta esta labor”. Comentaron las tutoras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario